Y llegó...

Tras una larga espera, por fin llegó el gran día.

Las cuatro de la tarde y la mayoría de las familias ya habían llegado, aunque siempre hay tardones: los de este año uruguayos y gallegos. Despedimos a los papás y dimos el pistoletazo del comienzo del Campamento ALPE 17.
Empezamos como siempre con el típico juego de bienvenida para conocernos (este año hay unos cuantos nuevos).
A continuación, la distribución de las habitaciones.
Por la euforia, tardamos muchísimo en prepararlas, distribuirlas, acomodarlas y costó bastante acertar con el reparto. Bueno: ¡contentos! ¡Ya se nos hacía tarde para la cena! Antes de la cena del primer día también hubo que organizar las mesas. De menú: "mítiko" puré de verduras, filete con patatas y, de postre, las natillas de chocolate. Al terminar cada grupo nos fuimos con nuestros respectivos monitores para lavarnos los dientes.
El juego de la noche ya estaba preparado: Buscando el tesoro. Teníamos que encontrar a los monitores, que estaban escondidos en todo el parque, con un trozo de mapa. Había que reunir los trozos que llevaban a un tesoro. Alguno de ellos se escondió tanto que se confundía con un “gamusín”. Ganó el equipo de Ibon, Maia, Alan, Romina… ¡¡¡Súper divertido!!!
Al finalizar nos fuimos a la cama. Estábamos muy cansados después de un día muy intenso con todas las emociones a flor de piel.